Ley de Justicia Tributaria

El treinta de enero de dos mil veintitrés, la Presidente Xiomara Castro Sarmiento rindió su primer informe de gobierno, correspondiente a su primer año de gestión como mandataria de la República. Entre algunos de los proyectos anunciados para este año 2023, anunció que mandaría al Legislativo un proyecto de ley con el objeto de revisar y auditar las exoneraciones y los regímenes especiales que otorgan beneficios fiscales.

En su discurso dirigido a la nación, menciono que «todos los impuestos, exoneraciones, reformas y regulaciones que se aprobaron en la década perdida fueron encaminados hacia la destrucción de lo público y a profundizar el feroz modelo económico público privado de corrupción y de impunidad estructural que tenemos que desmontar». Y fustigó: “Anualmente al sector privado, más de 60 mil millones de lempiras que se dejan de pagar en impuestos protegidos con 40 leyes que le fueron aprobadas bajo la condición de atraer inversión y generar empleo y en paralelo se crearon 14 nuevos impuestos cargado directamente al pueblo provocando mayor distorsión e inequidad en el sistema tributario.”

Al día siguiente, en su portal digital, el Servicio de Administración de Rentas (SAR), emitió la Nota de Prensa RRPP 004-2023, mediante el cual anunciaba que el Ejecutivo estaría enviando en las próximas semanas un proyecto al Congreso, denominado «Ley de Justicia Tributaria» con el objeto corregir los excesos de un modelo fracasado y comenzar a construir un sistema tributario justo.

Es así que en esta semana en la que arranca el mes de marzo, en la antesala del mes que corresponde a la declaracion y pago de las obligaciones tributarias del año que antecede, ha tomado fuerza a través de diferentes diputados del oficialismo y algunos funcionarios del actual gobierno, que pregonan estar listos para socializar esta nueva ley.

Dentro del alcance anunciado, que tendra este Decreto, se contemplan, entre otros, los siguientes elementos:

Revisión de Exoneraciones y Regímenes Especiales
Auditoría a empresas que gozan de estas exoneraciones fiscales
SAR, Aduanas y SEFIN serían las encargadas de auditar y revisar estos conceptos
Se derogaran 16 de los 18 Regímenes Especiales
Se crearán al menos dos regímenes para beneficiar al sector MIPYME

Al respecto, la empresa privada ha salido al paso a pedir al gobierno «serenidad» y a no tomar decisiones apresuradas, maxime en el escenario en que el país se encuentra, azotado por un índice de desempleo del 8.9% según cifras oficiales, no obstante que la realidad que vive el ciudadano de a pie refleja un mercado laboral furtivo plagado de empleos informales que carecen de la mínima protección social.

No obstante, el Gobierno ha anunciado la sociabilización del proyecto de ley a partir del 15 de marzo del presente año.

Actualmente, la maquila, amparada bajo el regimen de Zonas Libres, genera aproximadamente mas de 165,000 empleos (datos al 2020), con un crecimiento sostenido en los ultimos años. Asimismo, los call centers, otro de los regímenes especiales, son generadores de empleos a sectores de la poblacion que carecen de oportunidades o que buscan balancear la culminacion de estudios universitarios y trabajo.

Es evidente que a traves de los años, muchas empresas han abusado de los regímenes especiales y de los beneficios fiscales que estos proveen a traves de las exoneraciones, Incluso, se han otorgado exoneraciones en la importacion de vehiculos de lujo, articulos suntuosos y otros insumos que no estan relacionados con el giro o rubro de la empresa beneficiaria. Pero tambien es cierto que, Honduras es un país con poca empatía para el empresario extranjero, quienes normalmente constituyen los capitales y los grupos económicos más nutridos en términos de inversion en el país. Somos únicamente atractivos por los siguientes elementos: 1) Cercanía con el mayor mercado de consumo, Estados Unidos, a solo dos días vía marítima, y dos horas via aerea. 2) Salario mínimo competitivo para la región, no obstante de que resulta insuficiente para el alto costo de vida producto de la inflación, y algunas prácticas monopólicas; 3) Las exoneraciones como incentivo fiscal .

Estimamos que es procedente hacer una revision y auditoría de las exoneraciones fiscales, sin embargo, derogar algunos incentivos o beneficios tributarios, no necesariamente traerá como consecuencia directa una mayor recaudación fiscal, al contrario, causará una migracion de capitales y ahuyentará la inversión.

Abog. Félix Méndez Lizárraga

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Referencias: